Norte de Bohemia

El Norte de Bohemia esta delimitado por el tramo fronterizo de los montes Jizerské y Lužické a los que se une el Macizo central checo. Los fértiles valles se formaron en las llanuras junto a los ríos Elba y Ohře. Cerca de sus confluencias se encuentra la montaña santa de Říp, visible desde muy lejos, desde la cual el primer Checo divisó la región de la cuenca checa, que según la leyenda, llamó la tierra elegida. Toda la región protegida de los montes Jizerské y Lužické se encuentra entre las regiones de montaña más frecuentadas de la República Checa. La naturaleza en conservación puede ofrecer a los visitantes ricas posibilidades para el deporte y el turismo (rutas culturales, caminos turísticos señalizados y de esquí de fondo, pistas de esquí). La actividad volcánica modelo otra extensa reserva natural del macizo central checo. La peculiaridad de las formas eruptivas dejara sin aliento especialmente a aquellos turistas románticos. En esta región, habitada desde tiempos inmemorables, la industria textil y cristalera gozan de muy buena salud. La época moderna trajo consigo el desarrollo de la industria química y el transporte. En todo el territorio se han conservado muchos monumentos de todo tipo de estilos con destinos históricos variopintos. El castillo Bezděz fue fundado por Přemysl Otakar II entre los años 1264-1278. Este castillo imponente de estilo gótico temprano permaneció libre de reformas arquitectónicas posteriores y es por tanto un canon único de la arquitectura en la época en que gobernaba el Premislida más poderoso. La gloria medieval del castillo se difuminó más tarde, hasta que fue reavivada por el romanticismo y especialmente por el poeta checo del siglo XIX K. H. Mácha a quien fascinaba tanto la región como los alrededores de Bezděz. Hoy por hoy, el castillo domina una comarca de ocio abundantemente visitada en la zona del Lago de Mácha.

Cerca de Děčín se extiende el parque nacional České Švýcarsko (la Suiza Checa). Los visitantes vienen aquí a contemplar el arte natural escultórico, cuyos macizos de arenisca modela la naturaleza desde hace miles de años dándoles las formas más caprichosas. Entre las numerosas ciudades rocosas, formas caprichosas, desfiladeros, miradores y rincones románticos destaca el puente de roca más grande de Europa, la puerta Pravcická.

Junto al Elba yace la antigua ciudad de Děčín. Por el lugar en el que vivieron los eslavos más antiguos ya en el siglo VII, pasa la ruta turística que lleva hasta el České y el Saské Švýcarsko (la Suiza Checa y alemana). Esta ciudad portuaria siempre fue un nudo importante de transporte, argo que tuvo una gran influencia desde el siglo XIX en su industrialización (industria textil, de maquinaria y alimentaria). El monumento más importante es el palacio, cuya forma esta muy influenciada por una reconstrucción en estilo de alto barroco. Los interesados en las construcciones de puentes pueden gozar también aquí de su afición. Cerca de una curiosidad local la Pared del pastor, a la que llegamos mediante un ascensor en la roca, esta el jardín zoológico.

El palacio barroco de Duchcov (desde el año 1642 en propiedad de los Valdštejn) se hizo famoso como centro social donde se reunían importantes personalidades de la cultura. Duchcov fue visitado por ejemplo por Mozart, Bach, Chopin, Beethoven, Goethe, Schiller, así como los zares rusos Alejandro I y Nicolás I. El legendario seductor Casanova vivió aquí los últimos años de su vida (1785-1798). El visitante puede dejarse llevar por la belleza de los espacios palaciegos, por el parque o por la exposición continua Arte Barroco en Bohemia.

El palacio Frýdlant atrae a visitantes ya desde el año 1801 (siendo el monumento europeo que lleva más tiempo siendo visitado). El castillo medieval en la región sotomontana de los montes Jizerské fue en la primera mitad del siglo XVI reconstruido en un palacio renacentista. El propietario del señorío fue en el primer tercio del siglo XVII el duque de Frýdlant Albrecht z Valdštejna, famoso general de la guerra de los treinta años. El complejo palaciego actual esconde decenas de interiores sorprendentes, de las colecciones del palacio atrae la atención especialmente por ejemplo la colección única de pipas o la exposición dedicada a Valdštejn y a la guerra de los treinta años. Los tranquilos y turísticos alrededores de Frýdlant gozan de solitarias rutas señalizadas.

Kamenický Šenov es un símbolo de la cristalería y de la fabricación de lámparas de cristal. Los amantes de este frágil material seguramente apreciarán la exposición de cristal tallado y grabado en el museo local. Al borde la ciudad encontramos la reserva geológica más antigua de Bohemia la roca de Panská (forma basáltica de columnas de hasta 12 metros de alto). Como si aquí se hubiera convertido en piedra un gigantesco órgano olvidado. Al pie de los montes Jizerské bajo el Ještěd encontramos la ciudad más grande del norte de Bohemia, Liberec (101 mil habitantes). La historia de la ciudad se inicia a principios del siglo XIV y se encuentra unida a la manufactura de pianos desde hace siglos, desarrollándose desde el siglo XVI al siglo XIX, cuando el método tradicional de fabricación se empezó a transformar en una avanzada industria textil. De los monumentos de Liberec podemos destacar las casas conservadas de entramado del siglo XVII, el edificio neorenacentista del ayuntamiento de entre los años 80 y 90 del siglo XIX, y en lo que respecta a la arquitectura religiosa, por ejemplo la Iglesia renacentista de San Antonio, reconstruida en estilo neogótico, o la Iglesia barroca de peregrinación de la Santa Cruz.

Una torre en la cumbre del monte Ještěd, declarada construcción checa del siglo XX, domina la región. El Liberec actual es una ciudad industrial, y no solo textil sino también de maquinaria. En Liberec además encontramos también el parque zoológico más antiguo del territorio de la República Checa y el jardín botánico, fundado ya en el año 1876 (plantas exóticas, acuarios). La situación de Liberec es excepcionalmente idónea para el desarrollo de la actividad turística a la que invitan las áreas de esquí en las faldas del Ještěd (1012 m) y las rutas turísticas en los montes Jizerské y los cercanos montes Lužické.

Bajo las murallas del castillo Premislida, construido sobre el lugar ocupado por una fortaleza eslava, creció paulatinamente desde los años. 30 del siglo XIII la importante ciudad medieval de Litoměřice. Las condiciones favorables para su colonización en la confluencia del Elba y el Ohře fueron utilizadas ya por sus habitantes en la temprana edad de piedra. La gloria de Litoměřice se relaciona principalmente a la época medieval y al renacimiento cuando figuraba entre las ciudades checas más grandes y más ricas (un importante centro comercial y administrativo de la región). En esta ciudad, patrimonio urbanístico nacional, encontramos decenas de monumentos de alto nivel. Además de las abundantes representaciones de edificios religiosos (monumentos arquitectónicos de los más diversos estilos históricos, empezando con el románico por ejemplo la basílica original, hoy catedral de San Esteban), podemos admirar entre otras cosas el antiguo ayuntamiento reformado en estilo renacentista, el edificio renacentista de la actual gallería del Norte de Bohemia o multitud de casas burguesas de estilo gótico conservadas en el centro de la ciudad. A Litoměřice está unido el primer documento de su historia con la primera frase escrita en lengua checa (1057). Los ciudadanos de Litoměřice se jactaban de tener el sello más antiguo de una ciudad en Bohemia. El monasterio cisterciense de Osek, patrimonio cultural nacional, pertenece a los primeros monasterios fundados (1199) en el territorio de la República Checa. El recinto transformado de manera barroca esconde multitud de valiosos monumentos del arte moderno y del artesanado artístico. Un monumento de primera clase es el púlpito de lectura románico sobre dos columnas entrelazadas. En las cercanías de Osek se encuentran las ruinas de lo que fuera el gigantesco castillo de Rumburk.

Cerca de Litoměřice podemos visitar el palacio barroco de Ploskovice, reformado en estilo de segundo rococó que se convirtió en la residencia del último rey checo coronado, Fernando V.

El monte nacional checo Říp domina el paisaje entre los ríos Ohře, Vltava y Elba. Se dice que el legendario primer Checo al mirar desde este monte memorable encontró el lugar elegido donde se asentó con el resto de componentes de su clan. En la cumbre (461 m) se encuentra la rotonda románica de San Jorge, fundada sobre el año 1100. Este tradicional lugar de peregrinación fue visitado intensamente en los tiempos difíciles de la nación checa, cuando aquí se organizaban campos de personas (por ejemplo en 1848, 1939). Hoy podemos visitar el interior de la rotonda, patrimonio del estado checo.

La ciudad balnearia más antigua de Bohemia es Teplice, rica en fuentes curatorias y en monumentos históricos. El "Salón de Europa" en el siglo XIX era siempre visitado por destacados invitados, como por ejemplo Goethe, Wagner, Paganini, Beethoven y otras famosas personalidades. En el palacio renacentista se encuentra el museo con una exposición sobre el balneario y relojes históricos.

En la misma época como Josefov en Bohemia oriental, fue fundada la fortaleza barroca de Terezín (1780), que lleva el nombre de la emperatriz Maria Teresa. Esta fortaleza fue fundada junto al río Ohře durante el gobierno de Josef II. La recia fortificación con murallas de casi cuatro kilómetros de largo fue reforzada en sus esquinas con cinco bastiones de cinco lados. Bajo la fortaleza transcurren pasillos (casamatas) con una longitud de 29 km. La fortaleza se encontraba entre las mejores de la arquitectura fortificada de su tiempo. Desde finales de siglo XIX, Terezín fue utilizado como cárcel. La época más triste de su existencia son sin duda los años 1940-45 cuando los nazis hicieron de ella un campo de concentración (con "un gueto judío"). En las instalaciones de Terezín (patrimonio cultural nacional) los visitantes pueden recordar la memoria de las víctimas del fascismo en su memorial (alrededor de 30.000 tumbas) y visitar también una exposición sobre la prisión durante el periodo de la ocupación.

A orillas del Elba yace el centro regional administrativo, económico y cultural Ústí nad Labem. Este lugar ya se menciona a finales del siglo X, pero empezó a adquirir su importancia actual a partir de la mitad del siglo XIX debido a la navegabilidad del Elba y a la construcción del ferrocarril. Entonces empezó a nacer una ciudad de industria química, cristalera y de maquinaria. La ciudad esta dominada por la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, fundada a principios del siglo XIV y conocida por su torre inclinada, con una desviación de 2 m. (resultado de los ataques aéreos en el año 1945). En el barrio de Krásné Březno se encuentra un palacio renacentista, pero reconstruido en estilo barroco, y podemos visitar aquí también el parque zoológico de Ústí. En la orilla derecha del río Elba, en el barrio de Střekov, se alza sobre la ciudad, construido sobre una roca, un castillo medieval. Al otro lado del río podemos visitar interesantes formaciones basálticas del patrimonio natural nacional de Vrkoč.

El palacio renacentista de Zákupy fue construido sobre los restos de una fortificación medieval en la segunda mitad del siglo XVI. En los años 70 del siglo XVII, empezó su costosa reforma barroca que lo convirtió en una residencia ducal de representación. En el año 1900 se caso en este lugar Francisco Ferdinand d'Este, heredero al trono austriaco. A 7 km. de Zákupy encontramos una atractiva ciudad rocosa.