Praga

Praha (Praga), además de ser la capital, es la mayor ciudad de la República Checa tanto en extensión como en número de habitantes (1,2 millones). La sede del presidente y de las instituciones estatales de renombre se encuentran en medio de la cuenca Checa, donde cumple la función de ciudad más importante y centro del poder estatal en los países checos ya desde el siglo IX, cuando aquí se establecío el primer Premislida del que tenemos constancia escrita, el príncipe Borivoy. Este trajo su sede del cercano Levý Hradec a un promontorio sobre el río Vltava, en el que fue construido en el trancurso de los siguientes siglos un majestuoso complejo castellano, uno de los símbolos de la existencia checa como estado.

El asentamiento de este paso a travéz del río Vltava idealmente situado está documentado ya desde la prehistoria cuando este lugar era un centro importante del lejano comercio. La ciudad medieval se desarrolló y amplió en diferentes etapas posteriormente a ambas partes del Vltava, creciendo hasta la forma actual de aglomeración urbana ocupando aproximadamente unos 500 km2. La parte más atractiva de Praga es el centro histórico (UNESCO), que hace de ella uno de los lugares túristicos más importantes del mundo.

Las partes más antiguas - Hradčany, Malá Strana, Staré y Nové Město, encantan con una atmósfera única y una inagotable cantidad de excelentes monumentos (varios miles), por los que Praga es llamada la ciudad de las cien torres doradas o madre de las ciudades. El centro histórico está rodeado por los barrios de originales, llamados la ciudad interior (Karlín, Smíchov, Vinohrady,Vršovice, Žižkov,...) donde dominan las superficies de viviendas e industriales. A ella se une la ciudad exterior con los suburbios y barrios periféricos de casas unifamiliares (Jižní Město, Jihozápadní Město, Bohnice,...) más allá la zona limítrofe con bosques y terrenos agrícolas. Además del centro político y administrativo del centro de la república, Praga ocupa una posición dominante en las áreas de la industria, transporte, comercio, cultura y educación. La Praga encantadora y secreta se ha convertido en motivo buscado de obras artísticas.

El monasterio para hombres más antiguo en Bohemia es el monaterio benedictino en Břevnov (fundado en 993), reconstruido de forma barroca en el siglo XVIII, y que se encuentra cerca de Hradčany. Junto a las viviendas existentes bajo el castillo de Praga nació en el siglo XIV el barrio de Hradčany. En las cercanías de la sede de los reyes fueron construidos lujosos palacios aristocráticos en los que hoy encontramos importantes instituciones estatales así como representaciones extranjeras. Entre los monumentos sacros destacan el monasterio de Strahov y el recinto barroco y de peregrinación de Loreta.

El importante Puente de Carlos, testigo contemporáneo de tiempos ancestrales, une los barrios históricos a la izquierda y a la derechade de la orilla del Vltava. El rey Carlos IV lo dejó construir en la segunda mitad del siglo XIV en lugar del anterior puente de Judita, destruido por una riada. El puente tiene 515m. de largo y 9,5m. de ancho. Está bordeado a ambos lados por treinta estatuas de las cuales las más preciadas pertenecen a los mejores trabajos de maestros del barroco. Estaba protegido en cada punta por torres, la de alostranská y la de Staroměstská, considerada esta última como la torre gotica más bella del mundo.

Přemysl Otakar II fundó en la segunda mitad del siglo XIII un barrio, el actual Malá Strana. La bella localidad praguense ofrece a los visitantes de Praga experiencias extraordinarias en un entorno de monumentos locales representados tanto por casas senoriales de piedra, palacios barrocos y renacentistas (Valdstein), como joyas de la arquitectura eclesiástica (catedral barroca de San Nicolás, iglesia originalmente románica de la Virgen María, la iglesia reconstruida en estilo barroco de Santo Tomás en el recinto del monasterio agustiniano o la iglesia de la Virgen María Victoriosa con la presumiblemente estatuilla milagrosa del Nino Jesús de Praga). A continuación encontramos el pintoresco barrio Kampa, barrio envuelto de secretos y mitos sobre fantasmas y que se extiende alrededor del brazo ciego del Vltava-Čertovka. Los paseos preferidos de los praguenses llevan desde Malá Strana hasta la cumbre de Petřín con un mirador de 60 metros y un laberinto.

Nové Město (La Ciudad Nueva) se encuentra entre las obras mas importantes de construcción de Carlos IV. Un proyecto audaz y jamás visto en su tiempo sustituía en el lugar de la ciudad nueva (fundada en 1348) las calles medievales prácticas en lo que a la defensa respecta) por calles anchas y espaciosas plazas. La más conocida es Václavské náměstí (La Plaza de Wenceslao) uno de los centros naturales de Praga. Su parte superior es dominada por la estatua de San Wenceslao y el edificio del museo Nacional. El lugar está unido a importantes acontecimientos de la historia moderna (como por ejemplo "la revolución de terciopelo" 1989). En la época de fundación de la ciudad surgieron tambien monasterios (Na Slovanech - Emauzy, en la calle Kateřinská y otros) e iglesias (P.Marie Sněžné en la plaza de Jungman).

El teatro Nacional (1868-83) se convirtió en un símbolo de la nación checa y su cultura. En su decoración participaron artistas checos de renombre en la segunda mitad del siglo XIX. El panorama más característico de Praga es la imagen de Hradčany con el Castillo de Praga (patrimonio de cultura nacional) que lo domina. El castillo se amplió hasta la forma actual sobre el lugar de una fortaleza romana como poderosa sede de los reyes checos. En el siglo XIV bajo el reinado de Carlos IV, el castillo vivió su máximo esplendor y por primera vez también sede del arzobispo. El castillo fue también muy apreciado por el emperador Rodolfo II Habsburgo, amante del arte y la alquimia, que se transladó aquí con toda su corte e hizo de Praga entre los siglos XVI y XVII un importante centro de cultura europea.

Bajo el reinado de la emperatriz María Tereza en la segunda mitad del siglo XVIII, el castillo sufrió su etapa de ampliación más extensa y los últimos retoques fueron ealizados tras el nacimiento de Checoslovaquia bajo la supervisión del arquitecto J. Plečnik. Debido a la gran cantidad de monumentos seglares y eclesiásticos existentes podemos mencionar sólo algunos. En medio del tercer patio del castillo se alza al cielo la catedral de San Vito. Esta construcción, iniciada el ano 1344 y en la que participaron los maestros de la arquitectura gótica Matyáš de Arras y Petr Parléř, está adornada por muestras cumbres del trabajos pétreos medievales, incluido los retratos del personalidades de la época. La catedral es el lugar de descanso de destacados reyes (por ejemplo Carlos IV de Luxemburgo o Rodolfo II de los Habsburgo). En la cámara sobre la capilla de San Wenceslao se guardan bajo siete cerrojos las joyas de la corona. Esta construcción única, unida a los nombres de destacados artistas que desarrollaron su labor en los países checos no fue terminada hasta el primer tercio del siglo XX.

En la cara sudeste del tercer patio se encuentra el palacio real original románico, en el que nació entre los siglos XV y XVI el espacio abovedado más grande del gótico tardío en el territorio checo, la sala de Vladislav (62 metros de largo, 16 metros de ancho y 13 metros de alto). Al lado contrario, en la cara sudoeste se halla el edificio prebostal, antigua residencia románica obispal. En la cara este encontramos después la iglesia se San Jorge, construida sobre la base de la basilica, fundada en el ano 921. Al recinto del castillo de Praga también pertenecen los espacios de representación del presidente de la república en los edificios del 2o patio, los palacios de exihibiciones, la Galería o la singular Calle de Oro con sus bellas casas diminutas que habitaron en primer lugar los sagitarios del castillo y más tarde los artesanos de la corte. Una de las atracciones preferidas es el cambio de guardia cada hora en el 1er. patio. Al complejo de castillos pertenece también el Jardín real con la Fuente Cantante y la Residencia Real de Verano, además de los Jardines del Sur.

En la orilla derecha del Vltava se encuentra el barrio más antiguo dentro de Praga, Staré Město (la Ciudad Vieja). El centro de la Praga histórica se extiende alrededor de la plaza de la Ciudad Vieja (Staroměstské náměstí). En ella encontramos el ayuntamiento de origen gótico con el Orloj (reloj astronómico) . El reloj astronómico de la plaza de la ciudad vieja da cada hora desde hace 500 anos, acompanado por el campaneo de la figura de la muerte y el desfile de los apóstoles. Otros edificios dominantes de la plaza cautivan por su arquitectura: las torres de la catedral de Týn (aquí esta enterrado el astrónomo (Tycho de Brahe), destacado por la escuela de Týn. la iglesia barroca de San Nicolás o la casa U Kemennéo zvonu (Junto a la campana de piedra). En el centro de la plaza donde en el ano 1621 fueron ejecutados 27 senores checos, hallamos un imponente monumento de estilo moderno a Jan Hus.

Si salimos a las calles de la Ciudad Vieja, encontraremos una innumerable cantidad de monumentos que crean una fascinante atmósfera de un lugar que habla con palabras de siglos pasados. Junto a las joyas medievales (la rotonda de la Santa Cruz, la capilla de Belén, la torra de la Pólvora, el monasterio de Santa Inés de Bohemia, el Carolinum) encontramos suntuosos edificios barrocos: La iglesia de San Francisco con su característica cúpula o el Clementinum (residencia de estudiantes jesuitas), pero también encontramos monumentos de mayor juventud como por ejemplo el Rudolfinum neorrenacentista o a la Casa Comunal (Obecní dům) de estilo modernista.

Entre los restos importantes del barrio judío encontramos varias sinagogas (Staronová, Pinkasova) y el cementerio antiguo judío con varios miles de tumbas, fundado en la primera mitad del siglo XV. Una exposición en el museo judío es testimonio de la vida en el gueto. Alrededor de la primera mitad del siglo X los Premislidas contruyeron en la colina sobre la orilla derecha del Vltava el castillo Vyšehrad, que se convirtio en residencia de la corte por algún tiempo. El castillo originalmente románico fue reconstruido de manera barroca convirtiéndose en una fortaleza. De este lugar, revestido de fantásticas leyendas, partía en ocasión de las coronaciones el llamado Camino Real que llegaba hasta el Castillo de Praga. Otros monumentos importantes del arte románico son la rotonda de San Martín y la iglesia basílica de tres naves de San Pedro y Pablo.

En el Cementerio de Vyšehrad hallamos enterrads conjuntamente a destacadas personalidades en la parte denominada Slavín. Wenceslao II fundó el monaterio cisterciense en Zbraslav en el ano 1292. El recinto reconstruido posteriormente en estilo barroco sirve hoy a las necesidades de Galería Nacional (exposición de escultura) y el gobierno lo utiliza como espacio de representación del palacio local en ocasiones de importancia.